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Granadas Ecológicas en À Punt TV

Hoy Tony de Terra Viva (À Punt TV) ha visitado nuestra explotación para comprobar de primera mano la recolección, encajado y envio de nuestra granada Acco. Como siempre “DEL CAMPO A VUESTRA MESA”. Para ver todo el programa en el siguiente enlace: https://apuntmedia.es/va/a-la-carta/programes/vist-en-tv/terra-viva/10092020-terra-viva

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La Granada y el cancer

Respecto al cáncer la granada ha mostrado efectos prometedores frente al cáncer de próstata, el de mama, el de pulmón y el de colon

Los extractos de granada tienen un efecto antiproliferativo frente a células agresivas de carcinoma de próstata con una inhibición del crecimiento celular dependiente de la dosis. También el suministro oral de extractos de polifenoles de granada disminuyó significativamente la progresión de células tumorales de próstata humano implantadas en ratones. Además, esta inhibición del crecimiento se acompañó de una disminución de los niveles plasmáticos de PSA, el conocido marcador sérico de diagnóstico de la enfermedad, que se asocia a la presencia y progresión de células de cáncer de próstata en humanos. El elágico y el punícico,
dos constituyentes de la granada, inhiben in vitro el desarrollo de células de cáncer de próstata cuando se ensayan de manera individual, incrementándose la actividad de forma sinérgica cuando se ensayan mezclas de los mismos. Un estudio clínico de Fase II recientemente concluido ha demostrado que pacientes con cáncer de próstata recurrente fueron tratados con zumo de granada diariamente y el tiempo de duplicación de los niveles de PSA se retrasó de forma ignificativa.


A pesar de los avances recientes en quimioterapia y radioterapia, la severa morbilidad del cáncer de pulmón y la baja supervivencia tras cinco años del diagnóstico no han mejorado. La quimioprevención es por tanto una estrategia lógica y obvia para ayudar a disminuir la incidencia y los efectos de la enfermedad. Se ha observado que los extractos de granada disminuyen la viabilidad de las células de cáncer de pulmón sin tener ningún efecto en
células bronquiales normales. Basados en estos estudios in vitro se ha llevado a cabo un estudio en un modelo murino de cáncer de pulmón en el que se implantaban células de cáncer de pulmón humanas en ratones, observándose un efecto significativo de disminución de la progresión del crecimiento del tumor. También se estudió el efecto del consumo oral de extractos de granada sobre el desarrollo de tumores de pulmón en ratones. El tratamiento con
granada resultó ser efectivo reduciendo los marcadores de angiogénesis asociados a tumores en los pulmones. Estos estudios han demostrado que los extractos de granada inhiben la tumorigénesis pulmonar afectando a muchas rutas de señalización en el modelo murino y merecerían ser considerados para el desarrollo de un agente potencialmente quimiopreventivo frente a cáncer de pulmón humano.


En la lucha contra el cáncer de mama la inhibición de la angiogénesis incide en la disminución de la formación de nuevos haces vasculares que irriguen el tumor. El potencial anti-angiogénico de la granada se ha estudiado en varias ocasiones. Se ha evaluado in vitro en diferentes líneas celulares de cáncer de mama humano mostrando en todos los casos un potencial significativo para la represión de la angiogénesis.

Los constituyentes fitoquímicos de la granada han mostrado también efectos inhibidores de la proliferación de células de cáncer de colon induciendo además apoptosis a través de la modulación de factores de transcripción y proteínas de señalización. El efecto del zumo de granada fue superior al mostrado por constituyentes aislados sugiriendo un efecto sinérgico y de acción múltiple. Además la apoptosis producida por los extractos de granada en células de cáncer de colon no se observó en células de colon normales.

Francisco A. Tomás-Barberán
CEBAS-CSIC, Murcia

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¿Qué contiene la granada que pueda ser responsable de sus propiedades medicinales?

La granada es una buena fuente de vitamina C y ácido fólico. Pero lo más característico de la misma es su alto contenido en polifenoles. Los más abundantes son los taninos hidrolizables, particularmente las punicalaginas, cuyo contenido se han correlacionado con el alto poder antioxidante de la granada.


El zumo obtenido de los arilos de la Granada contiene además antocianinas, ácido elágico, gálico y cafeico, y taninos hodrolizables, tanto elagitaninos como galotaninos. Las membranas del fruto, pero no el zumo, contienen catequina y epigalocatequina, unos de los principales antioxidantes del té verde y del cacao.

También contiene una gran cantidad de minerales, particularmente hierro, y aminoácidos. El aceite obtenido de las semillas contiene un 95% de ácido punícico, además de otros ácidos grasos, elágico y esteroles.


La mayoría de los estudios parecen indicar que los constituyentes responsables de las principales actividades de la granada son el ácido elágico y los agitaninos como la punicalagina, y el ácido punícico.


El objetivo de muchos estudios ha sido identificar los constituyentes terapéuticos de la granada. El ácido elágico, también presente en muchas plantas leñosas y en alimentos como las fresas, frambuesas y nueces, muestra potentes actividades anticarcinogénicas y antioxidantes, lo que ha hecho que se haya encontrado al frente de los estudios de la actividad biológica de las granadas.

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El poderoso ‘efecto antienvejecimiento’ de la granada. Urolitina A

Según un estudio dirigido por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, el secreto está en las granadas.

Concretamente, el estudio publicado en la revista « Nature Medicine», concluye que la urolitina A, metabolito producido por nuestra flora intestinal a partir de unos compuestos que se encuentran en las granadas, es capaz de potenciar la renovación de las mitocondrias, orgánulos responsables de generar la energía de las células evitando el deterioro muscular asociado a la edad.

La urolitina A es la única molécula conocida con capacidad de relanzar el proceso de reciclaje de las mitocondrias.

En una primera fase, los autores utilizaron como modelo animal el nematodo ‘Caenorhabditis elegans’. Este gusano se caracteriza por alcanzar la vejez en tan sólo 8-10 días de vida. Como resultado, la administración de urolitina A permitió que los ‘gusanos’ aumentaran en hasta un 45% su esperanza de vida.

En una segunda fase del estudio, los investigadores utilizaron como modelo animal ratas. Como sucede con ‘C. elegans’, sus mitocondrias se ven reducidas como consecuencia de la edad. Como resultado, la administración de urolitina A permitió que ratas viejas resistieran hasta 42% más corriendo en sus jaulas.

En consecuencia, parece que la urolitina A es capaz de ralentizar el proceso de envejecimiento en nematodos y ratas. Su funcionamiento es sencillo. Actúa estimulando un proceso denominado ‘mitofagia’ en el que las mitocondrias dañadas o envejecidas son degradadas para que puedan ser reemplazadas por unas nuevas más ‘sanas’ y funcionales.
Conforme se envejece, disminuye la capacidad de las células para llevar a cabo la mitofagia. En las células musculares, la disminución de la mitofagia, es una de las principales causas de su deterioro asociado a la edad. Es por ello que este estudio parece prometedor.

Lo cierto es que las granadas no contienen urolitina A. Estás frutas contienen sus precursores los ‘elagitaninos’, taninos hidrolizables también presentes en otras frutas y las nueces. Son nuestras bacterias intestinales las que posteriormente los degradan formando urolitina A.

Unas 60 personas de edad avanzada, todas sedentarias y con buena salud, tomaron una dosis única de entre 250 y 2.000 mg de urolitina A. Los investigadores no observaron efectos secundarios en comparación con el grupo control, a los que se les administró un placebo.

Luego, los participantes se dividieron en cuatro grupos, cada uno de los cuales recibió o un placebo, o una dosis diaria de urolitina A de 250, 500 o 1.000 mg durante 28 días. Nuevamente, no se encontraron impactos adversos para la salud, incluso después de una ingesta prolongada.

A continuación, el equipo evaluó la eficacia de la urolitina A estudiando los biomarcadores de salud mitocondriales y celulares en la sangre y el tejido muscular de los participantes. Los resultados fueron convincentes: la urolitina A estimula la biogénesis mitocondrial, el proceso mediante el cual las células aumentan la masa mitocondrial, de la misma manera que el ejercicio regular.